El culto al cuerpo y la apuesta por la vida sana se han convertido en un fenómeno social queha provocado un mayor interés porla práctica deportiva, una mayor inversión en el sector, así como una remodelación de las instalaciones. En este contexto, las entidades deportivas deben ser auténticas empresas regidas por criterios empresariales y por profesionales que dispongan de una formación específica.